Aunque parezca mentira, después de tanto esperar, las consolas de nueva generación están a la vuelta de la esquina. En poco tiempo la PlayStation 4 y la Xbox One pasarán a la historia, pero sin dudas quedaran en el recuerdo de muchos y muchas gamers. Hoy en #GamersESET nos propusimos hacerle un pequeño homenaje hablando de los grandes exclusivos que nos trajo la PlayStation 4. Vale aclarar que la selección se basa en nuestros gustos personales y que, teniendo en cuenta el extenso catálogo de la PS4, nos vimos obligados a dejar algunos pesos pesados fuera de esta selección.
Bloodborne – 2015
Por Santiago Achiary
Los méritos de Fromsoftware son muchos: no solo crearon un género nuevo dentro del mundo de los videojuegos, sino que ese género se caracteriza por “castigar” permanentemente a los gamers que se embarcan en sus títulos. Quienes estén familiarizados con el género Souls lo tendrán más que claro: será un desafío permanente en el que seguramente nos frustremos mucho y en el que moriremos muchas veces… pero muchas veces de verdad. ¿Acaso los amantes de este género son unos masoquistas del gaming? No del todo, sino que la satisfacción que da superar a ese enemigo que nos mató unas 6 veces consecutivas es casi como la de anotar un gol jugando al fútbol. Bloodborne claro está, no es la excepción a esta regla, y fue una de las mejores experiencias que nos ha brindado la 4ta generación de Playstation, e inclusive para algunas personas se trata de una de las mejores experiencias que han tenido en toda su historia como videojugadores.
Para su fecha de lanzamiento en la primera mitad de 2015, el mundo ya había disfrutado del ya legendario Demon’s Souls (que ahora ha vuelto con una remake de la flamante Playstation 5 que dicen que es excelente) y de las dos primeras entregas de Dark Souls, con la 2da entrega habiendo sido lanzada tan solo un año antes, por lo que el riesgo de saturar al público con títulos era algo bastante probable. Pero Bloodborne demostró no ser una simple copia que se aprovechaba de una fórmula, sino que tenía elementos propios que forjaron su identidad y le dieron un peso específico dentro del universo del gaming.
Uno de los principales cambios respecto a Dark Souls es que se eliminaba la utilización del escudo durante el combate y se reemplazaba por un arma de fuego, que a pesar de no infligir demasiado daño en los enemigos, servía para repelerlos y detenerlos durante un ataque, lo que brindaba una ventana de tiempo para poder contraatacarlo, algo clave ya que en Bloodborne eso nos sirve para poder recuperar salud. Estos cambios hicieron que el combate en Bloodborne sea más rápido y basado en el dinamismo, en comparación con los títulos Souls lanzados hasta ese momento, aunque sin resignar el costado estratégico que caracteriza al género. Otra importante diferencia es que los elementos medievales fueron dejados de lado para dar lugar a un entorno de influencias victorianas, con una oscuridad que nos hace pensar que el peligro nos acecha y está siempre a la vuelta de la esquina, sin importar que recientemente hubiéramos derrotado a cualquier tipo de enemigo.
En este sentido, tanto los escenarios como los enemigos inspirados en las obras de Lovecraft y Stoker son simplemente atemorizantes, con un diseño de sonido y de imagen que nos generara repulsión y curiosidad en partes iguales, tal como lo hace el buen terror. Si no fuera porque los enemigos quieren destruirnos a la menor oportunidad que tienen y que si no nos movemos sería nuestro final casi inmediato, el arte de Bloodborne y el diseño de sus personajes es realmente excepcional, con muchísimo gore y un mundo lleno de misterios por descubrir que están puestos allí de manera orgánica y no se sienten como una obligación que los desarrolladores tuvieron para poder estirar más la jugabilidad del título.
Sin lugar a dudas, la experiencia de Bloodborne es algo que no deja indiferente a quien la transite. Ya sea por la rabia y la frustración que generan las derrotas, como la satisfacción y la algarabía que nos brindan las victorias. Además, creo que algo muy meritorio es que a pesar de continuar con el linaje creado por Hidetaka Miyazaki, es un título que se sostiene por sí solo, creando su propia identidad y representando una vuelta de tuerca respecto de sus antecesores espirituales. Esperemos que la nueva generación de Playstation nos traiga una secuela que esté a la altura porque, a pesar de haber quedados exhaustos después de la experiencia de hace 5 años, ya estamos listos para volver a ese mundo sangriento.
Sin lugar a dudas, la experiencia de Bloodborne es algo que no deja indiferente a quien la transite. Ya sea por la rabia y la frustración que generan las derrotas, como la satisfacción y la algarabía que nos brindan las victorias. Además, creo que algo muy meritorio es que a pesar de continuar con el linaje creado por Hidetaka Miyazaki, es un título que se sostiene por sí solo, creando su propia identidad y representando una vuelta de tuerca respecto de sus antecesores espirituales. Esperemos que la nueva generación de Playstation nos traiga una secuela que esté a la altura porque, a pesar de haber quedados exhaustos después de la experiencia de hace 5 años, ya estamos listos para volver a ese mundo sangriento.
Ratchet & Clank – 2016
Por Sabrina Blaha
Si tu estilo va de la mano con Crash Bandicoot y Spyro, entonces seguramente te encante Ratchet & Clank.
Este juego, nacido en 2002, y con más de 10 títulos en su haber, cuenta las aventuras de Ratchet, una especie de zorro galáctico (un Lombax) y su compañero Clank, un warbot defectuoso inicialmente creado para invadir el planeta de Ratchet, pero que luego se une a él para evitar que su planeta sea invadido por Alonzo Drek y su ejército.
Sin embargo, no es del título del 2002 del que hablaremos, sino de su lanzamiento en PS4 en 2016. Si bien podríamos decir que su historia no es el fuerte principal (ojo, no está mal, pero tampoco es algo sorprendente; más bien es entretenida y llevadera), el juego es definitivamente muy ameno y logra captar rápidamente el interés de cualquier amante de los plataformeros.
Atravesando una gran variedad de mundos, en los que podremos volar, nadar, patinar sobre rieles espaciales, esquivar hordas de pequeños enemigos equipados con armas originales y conducir naves espaciales, deberemos recolectar engranajes para… obviamente, mejorar nuestro equipamiento.
Suena un poco obvio, quizás, pero estas mejoras definitivamente hacen la diferencia, ya que podremos no solo mejorar el arma con la que comenzamos el juego, sino también adquirir nuevas. No voy a negar que como buena coleccionista, no pude evitar farmear para conseguir la mayor cantidad de engranajes posibles :P.
A través del juego no solo utilizaremos a Ratchet, y su llave de tuercas para luchar (como arma inicial), que es nuestro personaje principal, sino también a Clank, quien, además, nos ayudará para acceder a lugares en los que Ratchet no entra debido a su tamaño. Se podría decir que son una gran dupla, como Sonic y Tails.
En una mezcla entre plataformero y shooter, Ratchet & Clank no nos fallará con sus mecánicas simples y sus hermosas y llamativas gráficas (más allá de que muchos de los cutscenes parecen sacados directamente de su película, lo cual es un poco decepcionante), sino que nos mantendrá enganchados hasta el final.
Sus divertidos mundos y su progresivo nivel de dificultad (si, al comienzo todo parece sencillo, pero les aseguro que si no invierten tiempo y engranajes en esas mejoras, no hay sencillez de mecanismos que los salve de los jefes que aparecen más entrada la historia) son una combinación perfecta para pasar largas y entretenidas horas de juego, esforzándose con cada nuevo desafío pero sin llegar a frustrarse (lo cual me ha pasado mucho con Crash Bandicoot).
Sí, quizás parezca un juego de niños, pero no hay ninguna duda que no hay niño interior que no termine absolutamente enredado en las garras de diversión de este perfecto plataformero.
God of War – 2018
Por Juan Martín Verrelli
Hay varias sagas en la historia de los videojuegos que dejaron marcas por sus particularidades, tanto sea por sus personajes memorables, sus gameplays extremadamente bizarros o historias atrapantes.
Dentro de las sagas de PlayStation, God of War fue un título que siempre estuvo del lado correcto, del de los fans. El juego contaba con todos los ingredientes para ser un hit en los momentos en los cuales fue lanzado: un protagonista que era más antagonista que héroe, creado específicamente para ser el personaje menos empático que se pueda crear; un ambiente familiar pero fresco, basado en la conocida mitología griega pero con un giro; y un sistema de combate simple pero efectivo al mejor estilo hack and slash. Con todo esto Kratos se convirtió en una de las caras más icónicas de las sagas de PlayStation y de repente, lo mandaron a dormir por 8 años.
Entró en escena la PlayStation 4 y en Abril del 2018 bajo el sencillo título God of War, Santa Monica Studio nos presenta un título digno de volar el peluquín. God of War es un nuevo giro en la saga sin irse por la ya gastada mecánica del reboot.
Nos encontramos a Kratos luego de los eventos del GoW3 muy entrado en edad en comparación con las primeras instancias y con una vida completamente distinta desarrollada en una mitología nórdica y no de la griega. En la actualidad, Kratos se encuentra en luto por su última esposa recién fallecida, lo que da pie a uno de los arcos de personaje más curvados y vertiginosos de los últimos tiempos. Kratos aprendió a reprimir la ira que lo caracterizó por tantos años y nos llenará de sabiduría y experiencia con los eventos que viviremos bajo sus interacciones con su hijo, Atreus.
Si bien Atreus es un personaje que nos acompañará durante todo el juego, Santa Mónica hace un trabajo espectacular para que no se sienta como un estorbo, sino más bien como un hilo que mueve la trama y un gran aditamento en la batalla.
El combate de GoW se basa, a diferencia de sus predecesores, en una vista sobre el hombro y el uso muy pulido de su nueva compañera en forma de hacha, que si bien al principio puede parecer monótono comparado con la cantidad de armas y combos extraños que se podían hacer en los títulos previos, la mecánica está tan llevada a la perfección que llega a ser, sin dudas, una de las mejores de ésta generación (sí, a ese nivel). Con golpes satisfactorios, movimientos configurables al estilo rpg y poderes en forma de runas, las batallas del GoW se sienten fluidas y, dependiendo de la dificultad, en el punto justo de desafío.
El juego cuenta con un mundo semi-abierto, con un poco de exploración, en el cual se pueden tomar algunas misiones extra por el camino, siendo lo más memorable los jefes optativos en las valquirias, que solo le dan color y folclore a un mundo hermoso y unas cinemáticas que sencillamente se llevan suspiros de admiración bajo gráficos espectaculares.
Sin duda, uno de los mejores juegos de la última década donde todas las buenas prácticas técnicas, mecánicas de juego y fuerza de historia se juntan para generar un viaje que te deja con ganas de seguir adelante, y nos llena de expectativas para la salida del GoW de la nueva generación, seduciéndonos con una fecha tan próxima como 2021.
Si bien yo hubiera tomado algunas decisiones técnicas distintas (como tal vez el uso de la música de las sagas anteriores en ciertas escenas), el GoW no deja de ser un estandarte y si te encuentras con la posibilidad de jugarlo, toma este post como una señal para levantar el joystick y adentrarte en las mitologías extrañas que rodean a Kratos.
10 de cada 10 Serpientes Gigantes lo recomiendan.
Marvel´s Spider-Man – 2018
Por Martín Vindel
Hace poco más de un año en #GamersESET nos propusimos elegir los mejores juegos de 4 superhéroes. En aquel post hablamos sobre Superman, Wolverine, El Capitán Planeta y, obviamente, Spider-Man (cabe aclarar que a nuestro superhéroe favorito le dedicamos un post exclusivo). Personalmente siempre fui fanático de Spider-Man, me fascinaban el dibujo animado y la cantidad de habilidades que tenía para enfrentar a sus enemigos y viajar de un lado a otro por toda la ciudad. Cuando escribí sobre el mejor juego de Spider-Man, opté por el título lanzado en el 2000 para la primera PlayStation y afirmé que era “el primer (y quizás único) título del Hombre Araña que mezcla correctamente todo” lo que la historia de Peter Parker representa. Hoy me toca sostener la primer parte de la afirmación, sin dudas fue el primero, pero no puedo seguir afirmando que es el único. Cuando escribí esa reseña no había jugado al Marvel´s Spider-Man, algo que hice durante la cuarentena y que me dejó más que conforme.
Para comenzar quiero destacar algo, si alguna vez fantaseaste con ser Spider-Man y moverte por la ciudad a toda velocidad balanceándote de un lado a otro, probablemente esto sea lo más cerca que vas a estar, salvo que te pongas a experimentar cómo reacciona tu organismo a la picadura de arañas radioactivas, algo que personalmente no recomiendo.
Además el título nos ofrece un sinfín de cosas para hacer. En este juego la ciudad de Manhattan está retratada con maestría y está repleta de actividades que te otorgarán experiencia para mejorar las habilidades del personaje, sus accesorios y sus herramientas. Estos elementos luego podrás utilizarlos para agregar aún más diversión a los espectaculares combates que el juego ofrece.
Otra cuestión que vale la pena destacar es que el juego tiene una calidad técnica de primera. Los gráficos están muy bien logrados, al igual que el sonido, y el juego corre de manera excelente. El único pero que he notado sobre este aspecto son los tiempos de carga, hay mucha gente quejándose de eso por Internet, pero personalmente no me parecen la gran cosa; sobre todo teniendo en cuenta que pertenezco a la generación del Battlefield 1942 y, al igual que todos los que lo jugamos, aún recuerdo de memoria la canción de la pantalla de carga de la partida. Tiempos de carga eran los de antes.
Por otro lado, el juego cuenta una historia que, si bien no es extremadamente innovadora, se toma algunas licencias que refrescan el argumento de la trama original. El juego comienza un tanto lento pero luego del primer acto comienza a tener un ritmo frenético y el último acto directamente es un desquicio de batallas y jefes alucinantes. Este último tramo es quizás el que más guiños deja a los fans de los comics ya que aparecen muchas más referencias que en el resto del juego.
Sin dudas este título ha sido una de las joyas que nos ha dejado la PlayStation 4 y que personalmente guardaré como un grato recuerdo, sobre todo por ofrecerme la posibilidad de jugar a ser Spider-Man de una manera muy acertada.
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