El 21 de marzo se cumplen nada más y nada menos que 52 años de la fundación de Konami. Este estudio, que bien vale calificar de legendario, nos ha dado muchas de las franquicias más exitosas del universo gamer. Aprovechando esta fecha en Gamers ESET decidimos arriesgarnos y elegir el mejor juego de las franquicias más exitosas de Konami.
Una aclaración: consideramos que la saga de Silent Hill merecía un análisis de mucha profundidad y por eso decidimos dedicarle un post propio, puedes mirarlo y dejarnos tu opinión en este link.
Castlevania: Symphony of the night
Por Santiago Achiary
Más allá del odio que los fans de Kojima deben tener por Konami, con tan solo observar las sagas que están en este post no se puede negar que han sido un estudio al que debemos agradecerles una enorme cantidad de títulos y personajes que nos han hecho muy felices a lo largo de los años. Pero más allá de eso, también creo que gran parte de su legado es el de haber creado géneros y dinámicas que marcaron el rumbo de la industria y que tienen sus ramificaciones al día de hoy.
En lo personal, una de las creaciones por las que le estoy agradecido eternamente a Konami es por haber contribuido a la creación del género Metroidvania, aportando la parte de “vania” gracias a la saga Castlevania (aprovecho también para darle las gracias a Nintendo por Metroid). ¿De qué se tratan los metroidvanias? son videojuegos de aventura, que tienen acción y que también presentan características de platformers, en los que nuestro progreso a lo largo del juego y del mapa no se da de manera lineal, sino que podemos ir explorando el mundo hasta donde nuestras habilidades nos lo permitan. En la medida en la que vayamos adquiriendo nuevos poderes y habilidades, podremos ir destrabando y descubriendo nuevas zonas de nuestro mapa, lo que además nos obliga a volver sobre nuestros pasos para encontrar secretos y cosas que hasta el momento nos eran inaccesibles. Es muy común en este tipo de títulos que volvamos a algún lugar con el que estamos familiarizados y podamos descubrir alguna novedad.
Gran parte de este género se debe principalmente a “Castlevania: Symphony of the night” (CSOTN), un título lanzado en 1997 para la primera PlayStation y para Sega Saturn (¿recuerdan cuando Sega hacía consolas? cuanta nostalgia…) y que a decir verdad, en su época no recibió tanto reconocimiento como el que ha cosechado finalmente. Esto se dio en parte porque se trató de un juego en 2D y con estética pixel art en un momento en el que la nueva generación de consolas imponía los juegos en 3D. Pero la realidad es que los gráficos y el cuidado por los detalles estéticos de CSOTN son excepcionales y se nota el trabajo y la dedicación que los desarrolladores y artistas tuvieron al momento de hacer el juego. Esto también se evidencia en lo que tiene que ver con el mapa y el diseño de los niveles, ya que se trata de un juego enorme y que en todo momento nos sorprende con algo nuevo, y que es uno de los secretos de este género.
Está claro que CSOTN no inventó todo y que se valió de varios elementos que ya existían en títulos anteriores, y no estamos hablando únicamente de esta saga. Pero sí tiene el mérito de haber podido integrar diferentes funcionamientos y en particular de haber adoptado muchos elementos de Metroid y sumarle dinámicas de RPG mediante las cuales Alucard (nuestro protagonista) va sumando puntos y adquiriendo habilidades. En lo personal creo que el arranque del juego es simplemente genial: recrear un nivel del juego anterior (Rondo of blood) en el que jugamos como el ya conocido Richter Belmont y tener una boss fight, para luego cambiarnos los planes y ponernos a jugar como Alucard es algo absolutamente arriesgado y ambicioso.
Para entender la importancia de este título vamos a plantearlo así: sin “Castlevania Symphony of the night” hoy no tendríamos Dead Cells, Ori and the blind forest, Shadow Complex, Guacamelee! o la obra maestra que es Hollow Knight. Y si todavía no han entrado al mundo de los metroidvanias déjenme decirles que hay pocas satisfacciones gamers más grandes que la de jugar a un juego que te recompensa con cada avance que logramos hacer, habilitándonos a nuevas zonas y secretos, y dándonos nuevos poderes a cambio de presentarnos nuevos retos y obligándonos a volvernos maestros en la nueva habilidad que hemos desbloqueado. Y todo eso en gran parte se lo debemos agradecer a este título.
Metal Gear Solid 3: Snake Eater
Por Sabrina Blaha
Ufff que difícil fue elegir un título entre los tantos que conforman esta franquicia. No solo porque sea altamente popular, sino porque todos ellos tienen su elemento especial.
Sin embargo… en mi opinión, este título se lleva todos los galardones. Más allá de que sea “Metal Gear 3”, cronológicamente no es una continuación de Sons of Liberty, sino más bien el origen de todo.
Aquí, estamos situados en los años 60, y nos centramos en el personaje Naked Snake (SPOILER ALERT: quien a final del juego y en juegos posteriores será el conocido Big Boss), discípulo de The Boss, y agente de los Estados Unidos.
Naked Snake es (a MUY grandes rasgos) enviado a la jungla de la Unión Soviética, en plena Guerra Fría, a rescatar a un científico soviético y destruir un arma experimental. Allí es traicionado por su mentora y amiga, The Boss, que no solo es ahora desertora de los servicios de inteligencia sino que además se ve involucrada en el lanzamiento de un misil nuclear sobre territorio soviético. Y allí es donde aparecemos nosotros, con la intención de redimir y explicar que en verdad el misil no fue obra de Estados Unidos.
Más allá de darnos una explicación en primera persona (ya que durante el juego encarnamos a Big Boss) del trasfondo de muchos personajes grandes de la saga. Metal Gear Solid 3: Snake Eater tiene mucho más que historia para destacarse.
Independientemente de que el juego es excelente, y que para su época (2004) fue impresionante, los personajes y jefes son icónicos (de hecho los nombres de muchos de ellos están inspirados en las emociones de los soldados durante la guerra) y lograron que tenga un desarrollo de videojuego impecable, aun quitando todos los elementos tecnológicos que habíamos visto en títulos anteriores.
Debido a la limitada tecnología, el trabajo con el personaje se vuelve mucho más manual, debiendo practicar primeros auxilios (si nos quebramos algún hueso, si en algún pantano se nos pegaron sanguijuelas, si hemos recibido un disparo) y ser extremadamente cuidadosos al momento de camuflarnos (los enemigos podían no solo detectarnos por movimiento, sino por sonidos, animales que se espanten a nuestro paso o las huellas en el piso). Y, obviamente, no olvidemos mantener a nuestro personaje alimentado (la magia no existe, pero aún con pocos recursos y en la jungla, algo hay que hacer), porque si no nuestro destino definitivamente no será bueno.
Amén de algún Easter Egg (como una mini demo de un juego que nunca se publicó, en forma de pesadilla), posibles cambios pequeños en la historia dependiendo de cómo muera algún personaje (no vamos a spoilear sobre esto, pero tiene que ver con The End) o su musicalización, siento que MGS3 es la cumbre de esta franquicia: lograron no solo la profundización de la historia, sino que también lograron ponernos la piel de gallina con sus cinemáticas y secuencias.
Además, la variedad de los mapas, donde ninguna opción era lineal, sino que podíamos encontrar diversas maneras de avanzar y evadir a nuestros enemigos (que no solo serán los seres humanos, sino también los elementos y animales selváticos), terminaba de cerrar el círculo virtuoso de este juego, obligándonos a convertirnos en verdaderos estrategas en el proceso de cumplir nuestra misión.
¿Necesito decir más?
Pro Evolution Soccer 6
Por Martín Vindel
En aquel entonces yo lo conocí como Winning Eleven 10, pero actualmente solo los gamers con más años recordamos ese nombre. Por aquellas épocas (este año van a haber pasado 15 años de su lanzamiento) el FIFA no tenía nada que hacer al lado de uno de los juegos más vendidos de Konami, y año a año la diferencia se acrecentaba más y más. El PES 6 es, según mi criterio, el punto en el que Konami le sacó más distancia a EA, tanta era la diferencia que por aquel entonces parecía imposible que FIFA alguna vez diera vuelta el partido.
El PES 6 fue una verdadera revolución, por varios meses fue uno de los juegos más vendidos a nivel mundial y era considerado por muchos como un simulador de fútbol, más que como un arcade, lo contrario a lo que pasaba con FIFA. Es que las mejoras en los movimientos, la IA del juego, los gráficos e incluso la cantidad de consolas en las que se publicó marcaron un antes y un después en los juegos deportivos. Este título salió para PS2, PC, Xbox 360, PSP y Nintendo DS. No es muy difícil de imaginar la cantidad de trabajo que el equipo de Konami debió realizar.
Si bien hacía varios años que el equipo de Konami venía haciendo las cosas muy bien, el PES 6 apareció en el momento en que la PlayStation 2, y el resto de las consolas de la generación, comenzaban a mostrar todas sus virtudes y eso se notó. Los rostros, los estadios, y las animaciones llegaron a un nivel nunca antes visto en un juego de deportes. Por otra parte Konami hizo un gran esfuerzo y consiguió aumentar mucho la cantidad de licencias oficiales de equipos (menos los de la liga inglesa, claramente) e introdujo muchas novedades en modos de juego muy populares en ese entonces, como la Master League.
PES estuvo en la cima algunos años más, pero poco a poco comenzó a perder terreno frente a FIFA. Sin embargo creo que todos los fanáticos de los videojuegos de fútbol llevaremos en nuestra memoria la pegada fenomenal de Adriano y las miles de horas de diversión junto a nuestros amigos y amigas.
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Imagen de Kentaro Ohno en Flickr
